El primer tiempo fue bastante complicado para la Selección; sin embargo, los hermanitos pasaron la tensión con la preparación de un exquisito asado hecho por el Conejo. Agustín, Maxi y Thiago sorprendieron con sus rostros completamente pintados con los colores de la Albiceleste, mientras que el resto estaba con las camisetas y algunos cristales o banderas en la cara.
Cuando Messi hizo el primer gol en el minuto 64, los hermanitos gritaron a todo pulmón, se abrazaron entre todos y hasta se amontonaron en el sillón de tanta felicidad. Además, empezaron con los cánticos y al son de los aplausos, cantaron: "¡Olé, olé, olé, olé, Leo, Leo!".
Luego, Enzo Fernández le dio la tranquilidad al equipo de hacer el segundo gol en el minuto 87 y los hermanitos volvieron a sentir la algarabía. Entre abrazos y aplausos, los participantes cantaron: "¡Vamos, vamos, Argentina! ¡Vamos, vamos, a ganar!".
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