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| MARIA VALENZUELA. |
Ya dada de alta, la actriz contó: "No estoy para dar notas en medio de una rehabilitación. Lo hago para tranquilizar a la gente, para que sepan que estoy cada día mejor. Es un proceso que lleva tiempo. De hecho, no puedo estar sola. Necesito compañía porque si no, no como".
Luego, reveló cómo entró en un pozo depresivo. "Empecé a tener ataques de pánico después de desayunar. Por eso fui a la casa de mi hijo, Juan, y ahí me agarró un ataque de pánico como nunca en la historia. Me temblaba todo, se me salía el corazón, lloraba, no podía salir de la cama... No podía más y, llorando, le dije: 'Juan, llamá a Malena para que haga todo el operativo para internarme, porque me voy a morir... Sola no puedo'. Tomé conciencia y decidí internarme por voluntad propia", dijo.
¿Qué sintió la primera vez que se vio al espejo? "No fue muy agradable... Era puro hueso. Ahora aumenté 10 kilos y aprendí a organizarme. Me di cuenta de que primero está mi salud".
Para completar, comentó cómo sigue su vida: "Cerrando este lugar, para volver a Buenos Aires y estar más cerca de mis hijos. Necesito que me sigan mimando, porque ha dado resultado. Me siento muy respetada y querida, como profesional y como persona, y tengo tres hijos maravillosos".
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