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A 3 AÑOS DE LA MUERTE DEL "FLACO" SPINETTA.

LUIS ALBERTO SPINETTA.
El 8 de febrero de 2012, la ciudad de Buenos Aires amaneció húmeda con unos nubarrones cargados de agua que viajaban, perezosos, tapando el sol. Al mediodía la tormenta se había disipado. A esa hora, los canales de televisión dejaron de hablar del clima para dar la supuesta noticia de la muerte de Luis Alberto Spinetta. Desorientados, cientos de fans comenzaron a marchar a la calle Iberá en Belgrano, a la casa del músico, para intentar encontrarle sentido a la tristeza.
Al rato de confirmar la noticia, varios referentes de la música hablaron de Luis Alberto por canales de TV y radios. Todos coincidían en que había muerto un gigante ancestral de la música. "Fue un inventor, ahora me siento un poco solo", dijo Charly Garcia, con una voz dura y pedregosa, en un mecanismo infantil y tierno para ocultar el miedo que le producía la muerte de su amigo.
"Cuando un poeta se va hay lágrimas en la tierra y una fiesta en el cielo", sintetizó Javier Martínez, el bestial baterista de la banda Manal, aquel grupo que fue pionero del rock. "Era un ser único, un tipazo", dijo Martínez, con voz de no poder creerlo.
Pedro Aznar ni siquiera pudo mostrarse en cámara. Tiempo después diría que pasó el día solo, intentado pensar en el vacío, ese no lugar que aparece con la pérdida. No importa. Aznar escribió y difundió un poema personal, aunque tratándose de Spinetta -ese ser músico querido hasta el punto de ser familiar- resultaba colectivo y trasversal: "Todas las guitarras están de luto. La mía, que tendría que haberse puesto a repasar zambas sólo puede pensar en la tuya, tal vez porque el barro tal vez porque este balcón donde te vi casi por última vez mira una nube de la forma y el color de esas eléctricas con las que soñábamos de chicos..."
Más emotiva fue la aparición del compositor Javier Malosetti, el hombre de la voz gruesa que hace hablar al bajo. Tiempo después de la muerte de SpinettaMalosetti apareció en público en la Biblioteca Nacional. "Luis es un extraterrestre. No es de este planeta. Por su bondad, por su talento, por su lírica. Por su mensaje de amor", dijo Malosetti que cuando hablaba sintió en sus palabras la pérdida y no pudo hacer otra cosa que llorar en cámara. "De otro mundo", alcanzó a decir.
Sergio Levin, miembro de Conduciendo a Conciencia y padre de Lucas, uno de los fallecidos en la tragedia del Colegio Ecos, contó: "Desde un inicio él se acercó a nosotros sin que nadie se lo pidiera: vino a un acto, se subió al escenario, agarró el micrófono y él sabía que más allá de ser una persona reservada su palabra era muy respetada y muy escuchada".

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