Vila, quien intervino en la Unidad de Flagrancia Zona Norte, explicó que recibió el aviso cerca de las 21.30. “Wanda estaba en un estado vulnerable, convaleciente y con sus dos hijas. Las nenas estaban muy alteradas y no querían separarse de la madre”, explicó el funcionario, que llegó rápidamente al lugar.
El fiscal relató que Icardi empujó la puerta del domicilio y a una empleada, además de agarrar del brazo a una de las niñas. “Todo eso es hostigamiento. No se configura un delito penal, pero sí una falta contravencional”, aclaró. Por eso, ordenó que el futbolista se retirara en cinco minutos o sería detenido: “La ley es clara”, afirmó.
Finalmente, Icardi decidió marcharse, aunque antes insistió en que no podía irse del lugar. Mientras tanto, la Justicia investiga si incurrió en violación de domicilio por haber ingresado sin autorización a la vivienda. Como medida de prevención, se dispuso la entrega de un botón antipánico para Wanda Nara y protección para sus hijas, Francesca e Isabella.
“La ley agrava el hostigamiento cuando hay violencia de género y menores involucrados. Aquí se dieron ambas situaciones”, aseguró Vila. Además, calificó lo ocurrido como un caso de violencia ambiental, por el impacto emocional que vivieron las niñas. Wanda Nara ya realizó la denuncia correspondiente.
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