Rosario se acercó con ternura a abrazarlo y besarlo mientras Tato debía quedar inmóvi: “Sabiendo que están bien y felices, yo encantada de que estés acá”, le expresó su madre. “Te vemos bien, eso nos da mucha felicidad porque te vemos super, super bien”, añadió, siempre haciendo hincapié en que sabe que estar en la casa de Gran Hermano es su sueño.
Al final le hizo dos pedidos, muy característicos de una madre, le dijo: “Ahora tengo dos retos para ti. Uno, te oí muchas veces decir que te querés quedar a vivir acá, no te pienses, no te quedás a vivir acá, eh. El otro, no pises más el sillón, te adoro”.
Así es fue el congelados de Tato y su mamá.#GranHermano pic.twitter.com/Gmiv3pX3fo
— emi (@eeemiliano) January 31, 2025
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