L-Gante enfrenta tres cargos principales: privación ilegal de la libertad, amenazas simples y amenazas calificadas. Los hechos se remontan a junio de 2023, cuando se lo acusa de haber retenido contra su voluntad a un vecino tras una disputa y de haber amenazado a una mujer en el mismo incidente. Además, se le imputa encubrimiento calificado por el presunto intento de ocultar pruebas relacionadas con el caso.
El juicio ha generado una gran repercusión mediática ya que L-Gante negó en varias oportunidades las acusaciones en su contra. Sin embargo, el fiscal Landini sostiene que las pruebas presentadas son suficientes para justificar una pena de siete años de prisión, subrayando la gravedad de los hechos y el impacto de sus acciones en las víctimas involucradas.
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