"Nos vinimos a este hotel hermoso en Samaná, pero el mismo día que llegué, me doblé el pie y me lo quebré. A partir de ahí, vino la odisea para estar seguros de lo que tenía porque estamos muy lejos de todo. Pero la vida es sabia y si está gritando algo, es porque tengo que escuchar", contó dolida. De esta manera, reflexionó sobre el cansancio que carga en su cuerpo.
A pesar del momento, intentó sonreír. "El humor sin dudas es mi fiel aliado y el poder de adaptación, también. Yo tengo tatuada una frase que para mí es esencial: Nos pueden arrebatar todo, salvo la libertad de elegir nuestra actitud frente a nuestras circunstancias", expresó.
Finalmente, cerró: "Nada salió como lo esperaba y sin embargo, acá estamos con mi marido, el mejor compañero del mundo, riéndonos y poniéndole onda. Por ahora no puedo caminar. Espero poder hacerlo pronto por todos los compromisos que tengo por delante".
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