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A 10 AÑOS DE LA MUERTE DE "CALOI".

Aunque se llamaba Carlos Loiseau, todos lo conocían como Caloi, el padre de Clemente. El dibujante, historietista y conductor nacido en Salta y criado en Adrogué falleció el 8 de mayo de 2012, a los 63 años, a causa de un cáncer de colorrectal. Fue justo hace diez años.

Caloi comenzó su carrera profesional en las revistas Tía Vicenta (en 1966, durante su último año en el Colegio Nacional de Buenos Aires), María Belén (1967), Análisis (1968-1971) y más adelante en El Gráfico (1976-1982), mientras también realizaba campañas publicitarias. Además, en 1968 ingresó al diario Clarín, donde trabajó durante más de cuatro décadas.

Justamente para la sección Caleidoscopio en Clarín creó en 1973 la tira “Bartolo el maquinista”, que trataba sobre un porteñísimo conductor de tranvías. Hasta allí llegó ese mismo año Clemente, un personaje secundario, rayado, sin forma definible ni miembros superiores, que muy pronto se devoró la tira. En su primera aparición, Bartolo lo presentaba como a un perro, aunque Clemente se parecía mucho más a un pájaro con pico y su primera palabra fue “Piií”.

Caloi, el padre de Clemente: un personaje inolvidable
Clemente era popular, peronista y fanático del fútbol, como su creador. Pero era hincha de Boca Juniors, a diferencia de Caloi, fanático de River Plate, para cuya camiseta diseñó el escudo con el León que el equipo (dirigido por Héctor Veira) estrenó al salir campeón de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental en 1986.

Durante el Mundial de fútbol que se jugó en Argentina en 1978, Clemente tuvo un “papel” especial, justamente incitando a la hinchada a tirar papelitos: “¡Tiren papelitos, muchachos!” Así le ganó el partido al relator José María Muñoz, que quería mostrarle al mundo una cancha bien limpita.
Aunque nunca se pudo saber qué tipo de animalito era Clemente, lo cierto es que era muy enamoradizo. Sus dos grandes amores fueron muy distintas: la bella y estilizada pajarita Mimí, casi aristocrática, y la exuberante y explosiva Mulatona.

Caloi, el padre de Clemente: en la televisión
Entre 1982 y 1989, Caloi llevó a Clemente a la televisión, para un programa con muñecos que pasaron Canal 13 y sus señales repetidoras. Y en 1990 comenzó un nuevo desafío en la tele: Caloi en su tinta, un programa de culto para difundir cine de animación, que se extendió hasta 2008 en ATC (Argentina Televisora Color) y el cable.

La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo nombró “Personalidad destacada de la Cultura” y a su invención Clemente le dio el título de “Patrimonio Cultural de la Ciudad” en 2004.

“Yo he sido un dibujante nato y neto. Estoy dibujando prácticamente desde el momento en que un chico puede levantar un lápiz,” dijo Caloi cinco años después, cuando la Legislatura porteña lo designó también Ciudadano Ilustre.
Sus obras quedan para siempre en el recuerdo y en más de 30 libros, como El libro largo de Caloi (1968); Humor libre de Caloi (1972); Clemente (y Bartolo) 1 a 4 (1977-1978); Clemente y el Mundial (1978); Con el deporte no se juega 1, 2, 3 y 4 (1987, 1988, 1994, 2000) y Humor de amores (1989). Otras de sus obras inolvidables son Caloi, Clemente y el psicoanálisis (1979, reeditada y ampliada en 1989); Todo es cultura (1993), El libro de Clemente (1996); Clemente 1 y 2 (nueva serie 1998 y 2001) y Desafortunados en el humor (2004).

Caloi, el padre de Clemente, recibió muchos premios en Argentina y el exterior, aunque el siempre se empeño en aclarar que le importaba más el reconocimiento de sus colegas, sus amigos y sus lectores. Sin lugar a dudas, también lo consiguió.

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