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Al final la performance, el coreógrafo amarró a Tinelli de la soga de la bola y le enseñó la técnica para hacer giros. "Si grito, me bajás, eh. Despacito, flaco", pidió Marcelo.
Minutos después, vino lo mejor. El conductor se subió a la esfera y lo elevaron hasta lo más alto del estudio. "No seas boludo, me voy a caer", gritó. "Me está apretando la parte de adelante, chicos", se quejó.
"Pará que me mareo, ya está", pidió clemencia Tinelli.
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