NATALIA OREIRO. |
"La tele, las compañías discográficas y todo lo que es masivo, en un punto te termina asfixiando", arrancó a decir. Y agregó que "uno pierde un poco el eje de lo que quiere y se convierte en lo que quieren los demás, y cuando tomás distancia decís: 'Pará, este es el precio de mi libertad; voy a barajar y dar de nuevo".
"Me pasó el año pasado, que todos decían: '¿Por qué no hace comedia?'. Necesito correrme de un lugar facilista, de personajes que ya transité y se asocian a una Natalia más joven y pizpireta, que aún sigue en mí porque mi personalidad va más para el lado de la comedia que para el drama", añadió .
Luego, recordó su paso por Entre Caníbales: "Celebro haber aceptado ese reto de Campanella. A mí el resultado no me importa tanto, tal vez a los productores sí".
"A mí me da igual si es un proyecto mainstream o una película independiente: en lo que me fijo es en el desafío", sumó.
"En el cine y en Entre Caníbales encontré la posibilidad de ir por ahí: actuar sin pensar en el resultado comercial sino en hacer mujeres de carne y hueso, reales, que sean atravesadas por historias profundas. Da satisfacción pero también miedo, porque uno se corre de un lugar seguro", explicó, y añadió: "Me quedo exhausta después de un trabajo así".
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