GH 2016. |
Combinando más de un abrazo y muchas lágrimas, Leandro pareció encontrar esa fuerza que fue perdiendo en las últimas semanas y que, inclusive, lo llevaron a pensar en abandonar la Casa.
"No es lo que se ve por la televisión. Se sufre mucho. En mi vida iba a pensar que sufriría tanto por no escuchar una chacarera dos meses", reconoció el Tucu, quien desde que pisó la Casa por primera vez confesó su pasión por la música y reveló su sueño de convertirse en folclorista.
"Yo sé que me lo puedo bancar, pero la incertidumbre de si va a valer la pena es lo que me está matando", agregó el tucumano, quien en medio de la catarsis recibió un consejo de su hermano que probablemente le dé ánimo: "Quedate tranquilo y terminá el juego. Vale la pena"
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