ESPERANZA MIA. |
Algo mareado por la ingesta de un poco de alcohol, el cura termina durmiendo en la casa de su querida “exnovicia”…¡en la misma cama!
Al despertar –y verse semi desnudo- la preocupación lo invade.
Para colmo de males, afuera de la vivienda los espera un nutrido grupo de periodistas…
¡Su “romance clandestino” parece que se ha convertido en noticia!
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