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A UN AÑO DE LA MUERTE DE FELIPE CAMIROAGA.

FELIPE CAMIROAGA.
Este domingo se cumple un año de la tragedia en Juan Fernández en que murieron 21 personas. Entre ellas había cinco integrantes del programa chileni "Buenos días a todos", algo que el canal público TVN conmemorará la fecha con documentales, una misa y programación especial durante 24 Horas y el programa que perdió a conductor y parte del equipo.
Pero, más allá de su labor profesional, amigos y colegas de Camiroaga recuerdan historias que marcaron a un año del accidente, que van desde el sentido del humor -"Había algo de recreo al ir al Buenos días a todos", asegura la periodista Mónica Pérez- a momentos más complejos como la decisión de quedarse en TVN en vez de comenzar su carrera, que recuerda el director ejecutivo de la emisora TVN, Mauro Valdés.
El director Daniel Sagüés no sólo tuvo una fructífera vida profesional junto al animador -trabajaron juntos en Pase lo que pase, Animal nocturno Ciudad gótica y Halcón y camaleón-, sino que tuvieron una estrecha amistad. "Felipe era una persona muy sencilla y él lo demostraba con todo el mundo. Él hablaba de igual a igual con todo el mundo, pasando por el compadre que le limpiaba el auto a los ejecutivos del canal: siempre era así, también en la calle y con la gente en el campo".
La periodista Mónica Pérez, señaló: "Lo que más echo de menos y que más me hace falta es el que esté ahí, su presencia y su buen humor, lo divertido que era. Era una cosa cotidiana, era un caos porque era súper chistoso, siempre había un doble sentido en las cosas".
"Todo el día estaba echando la talla, uno tenía que estar dispuesta de que te subiera al columpio", dice la panelista del ciclo matutino Buenos días a todos, Macarena Tondreau.
"Tenemos secciones en que van modelos y era ver muy divertido ver la reacción de las niñas cuando veían a Felipe. No era mucho lo que hacía: las miraba y les coqueteaba con una sonrisa sutil y nosotros decíamos '¡Otra más que cayó!', jajaja. Tampoco es que coqueteara para salir con las niñas, era en el momento". De hecho, Tondreau recuerda que cuando lo conoció, le advirtieron sobre esta característica del animador. "Yo recién hace un mes atrás había empezado a pololear con Alfredo (Alonso), que era muy amigo de Felipe, entonces cuando llegué al canal me dijo 'Por favor, a diez metro mío, no puedo pecar, no puedo pecar'. Era muy divertido", dice.
"Tenía un genio súper de niño regalón porque era el regalón del canal, entonces le gustaba que lo regalonearan o se ponía mañoso", dice la panelista y agrega que no por eso sólo se preocupaba de sí mismo: "Estaba siempre al tanto de todos, desde el tramoya hasta el director, preocupado de qué pasaba si alguien estaba con cara rara". Sobre esto, Valdés comenta: "Felipe tenía una cosa medio contradictoria entre huaso del campo y rostro de televisión. Entre esa cosa auténtica y muy natural y muy sabia pero apegada a la tierra y, por otro lado, de estrella".
Pero esa faceta de estrella no le impedía ser cercano con sus colegas. El conductor Ignacio Franzani, cuenta que cuando llegó al canal le dio una grata bienvenida: "Sin conocerme y sin habernos encontrado nunca antes. Se notaba que era un animador que venía de vuelta, era súper abierto. Cuando me tocó reemplazarlo en el verano de 2011 fue siempre muy generoso. Me ayudó a que se me hiciera muy cómoda mi conducción al matinal".

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