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FLAVIO MENDOZA. |
Las supuestas dotes para la acrobacia habrían llevado al enano del circo Servian a lo más alto del patio de los calabozos de la comisaría Primera de La Plata, donde el sábado once presos intentaron fugarse.
Por esa presunta habilidad los detenidos lo habrían encumbrado hasta las rejas del techo, donde con un pelo de alambre intentó cortar los barrotes. Esa es, al menos, la versión que los presos transmitieron a los policías. A contramano, los compañeros de trabajo en el circo aclararon que el detenido no tiene ninguna habilidad especial y afirmaron que “ya no pertenece al circo”.
El hombre, identificado como Rubén Darío Gómez, de 33 años, fue trasladado a la comisaría de Punta Lara luego de la revuelta en la seccional de 53 entre 9 y 10 del domingo pasado en la que los presos reclamaron traslados, aunque la policía informó que el verdadero motivo era esconder el intento de fuga.
Fuentes judiciales informaron que el acusado sería liberado hoy. Sin embargo, Rubén Darío ya no podrá regresar al circo. En las carpas de Servian no disimulan el enojo con él.
“Ya no es del circo”, aclaró un encargado que lo desvinculó de la empresa y disparó: “No era malabarista, ni nada: hacía de enano”.
El hombre aseguró que están enojados con Rubén Darío y pidió que no se ensuciara al circo, para evitar el desprestigio de la compañía de Servian y del director artístico Flavio Mendoza.
LA CAÍDA. Rubén Darío fue detenido en la noche del jueves pasado, luego que vecinos de Ringuelet llamaran al 911 al ver que dos hombres forzaban la puerta de un Renault 11 en la zona de boliches de Camino Centenario para robar un bolso.
A los pocos minutos, gracias a la descripción de los vecinos hallaron a los sospechosos entrando al predio de Wall Mart, donde está instalada la carpa del circo.
A Rubén Darío, que había actuado de campana, lo identificaron de inmediato. Y cayó con su cómplice, identificado como Claudio Godoy, de 39 años, también trabajador del circo.
EL MOTÍN. Rubén Darío fue detenido en la Primera, donde el domingo los presos intentaron fugarse.
Todo comenzó a las 14, cuando un agente que recorría la terraza de la seccional advirtió que un preso se descolgaba de las rejas que cierran el patio de los calabozos. Tras dar la alerta, los responsables de la seccional intentaron acceder a las celdas, pero los detenidos se amotinaron.
Rápidamente concurrieron al lugar el jefe Departamental, Alejandro Moreno, y del Distrito Centro, Daniel Piqué, y los detenidos pidieron la presencia de un fiscal.
El motín concluyó cuando el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta y el Juez de Garantías Cesar Melazo concedieron los traslados que reclamaban. A las 20, siete presos fueron trasladados a la Unidad Nº29 del SPB. Los otros cuatro –entre ellos Rubén Darío– fueron distribuidos en otras comisarías.
El motín había terminado sin heridos ni contusos de ningún bando.
FUGA FRUSTRADA. Pero cuando en los calabozos se vaciaron, los policías, el fiscal y el juez comprobaron que la revuelta buscaba esconder el intento de fuga.
Fuentes policiales contaron que los presos habían trepado hasta alcanzar la primera de los tres niveles de rejas que posee el patio de los calabozos, a la que le habían cortado los barrotes con un “pelo de acero”.
Y en esa faena habría participado el enano: según deslizaron a los policías, los presos aprovecharon las supuestas dotes circenses de Rubén Darío para que se colgara de las rejas.
Pero como en el robo, el enano volvió a fracasar.
El hombre, identificado como Rubén Darío Gómez, de 33 años, fue trasladado a la comisaría de Punta Lara luego de la revuelta en la seccional de 53 entre 9 y 10 del domingo pasado en la que los presos reclamaron traslados, aunque la policía informó que el verdadero motivo era esconder el intento de fuga.
Fuentes judiciales informaron que el acusado sería liberado hoy. Sin embargo, Rubén Darío ya no podrá regresar al circo. En las carpas de Servian no disimulan el enojo con él.
“Ya no es del circo”, aclaró un encargado que lo desvinculó de la empresa y disparó: “No era malabarista, ni nada: hacía de enano”.
El hombre aseguró que están enojados con Rubén Darío y pidió que no se ensuciara al circo, para evitar el desprestigio de la compañía de Servian y del director artístico Flavio Mendoza.
LA CAÍDA. Rubén Darío fue detenido en la noche del jueves pasado, luego que vecinos de Ringuelet llamaran al 911 al ver que dos hombres forzaban la puerta de un Renault 11 en la zona de boliches de Camino Centenario para robar un bolso.
A los pocos minutos, gracias a la descripción de los vecinos hallaron a los sospechosos entrando al predio de Wall Mart, donde está instalada la carpa del circo.
A Rubén Darío, que había actuado de campana, lo identificaron de inmediato. Y cayó con su cómplice, identificado como Claudio Godoy, de 39 años, también trabajador del circo.
EL MOTÍN. Rubén Darío fue detenido en la Primera, donde el domingo los presos intentaron fugarse.
Todo comenzó a las 14, cuando un agente que recorría la terraza de la seccional advirtió que un preso se descolgaba de las rejas que cierran el patio de los calabozos. Tras dar la alerta, los responsables de la seccional intentaron acceder a las celdas, pero los detenidos se amotinaron.
Rápidamente concurrieron al lugar el jefe Departamental, Alejandro Moreno, y del Distrito Centro, Daniel Piqué, y los detenidos pidieron la presencia de un fiscal.
El motín concluyó cuando el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta y el Juez de Garantías Cesar Melazo concedieron los traslados que reclamaban. A las 20, siete presos fueron trasladados a la Unidad Nº29 del SPB. Los otros cuatro –entre ellos Rubén Darío– fueron distribuidos en otras comisarías.
El motín había terminado sin heridos ni contusos de ningún bando.
FUGA FRUSTRADA. Pero cuando en los calabozos se vaciaron, los policías, el fiscal y el juez comprobaron que la revuelta buscaba esconder el intento de fuga.
Fuentes policiales contaron que los presos habían trepado hasta alcanzar la primera de los tres niveles de rejas que posee el patio de los calabozos, a la que le habían cortado los barrotes con un “pelo de acero”.
Y en esa faena habría participado el enano: según deslizaron a los policías, los presos aprovecharon las supuestas dotes circenses de Rubén Darío para que se colgara de las rejas.
Pero como en el robo, el enano volvió a fracasar.
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