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EL RECUERDO DE LOS QUE "SE FUERON DE GIRA" HOY: A 1O AÑOS DE LA MUERTE DE CRIS MIRO

Hoy se cumple el décimo aniversario del fallecimiento de Cris Miró. El 2 de junio de 1999, la travesti que deslumbró en el teatro porteño, moría en una clínica de Flores con varias versiones: afección pulmonar en un principio, luego cáncer linfático.

Cris era invitada de programas televisivos y consolidó un nombre fuerte en la cartelera teatral. A pedido de Hilda, su madre, ningún médico habló sobre las causas de su muerte. Llegó a la clínica el 20 de mayo, con fuertes dolores de estómago, y, después de que se le hicieron algunos estudios, los médicos decidieron internarlo .Además de las contradictorias versiones sobre la enfermedad de Cris Miró, ofrecidas por su familia y su representante. Algunos empleados de la clínica en la que fue asistida, contaron que la vedette, de 31 años, estaba aislada en una habitación del tercer piso a la que sólo entraba su madre, con un barbijo. Miró siempre supo estar rodeada de famosos y figuras del ambiente artístico, del espectáculo y del deporte, pero no fueron muchos los que se acercaron hasta la clínica después de que, a las 14.10 de aquel día, se supo que había muerto. Estaban allí su madre; su hermano mayor Esteban; su asistente personal Jorge García, y Sandra Sily, abogada y amiga personal. Ante el silencio de los médicos y los familiares, García y Sily fueron los encargados de enfrentar a los numerosos periodistas que esperaban en la puerta de Lautaro 365 para decir que Cris no murió de sida, y explicar que sufrió una afección pulmonar. Más tarde, el representante y quien lo convirtió en actriz hace ya diez años, Juanito Belmonte, aseguró que la causa de la muerte de Cris fue un cáncer linfático. Un año antes (1998), Cris Miró decidió abandonar su papel estelar en un teatro cuando tuvo que ser internado en el hospital Fernández. Este verano también debió dejar de lado varias funciones en la costa y viajar a la Capital para hacerse unos chequeos en un hospital de Belgrano. Una vez dijo que era por problemas de columna; en otra oportunidad, por dolores de estómago. Alguien dejó escapar también que se trataba de un mal incurable. Un día después, a las once de la noche, su cuerpo fue trasladado desde el hospital hasta Cucha Cucha 1785, en el barrio de Caballito, para el velatorio y luego cremado en la Chacarita. Cris Miró se hizo famosa cuando a comienzos de los 90 logró varios papeles en algunos teatros de revistas porteños. No fue fácil lograr que el público aceptara verlo actuar sobre un escenario con su metro ochenta y cinco de estatura, sus zapatos de taco alto número 43 y su pasado de muchachito de barrio. Hoy, sólo sus familiares y tal vez sus compañeros de colegio recuerden su verdadero nombre: Gerardo Elías Virguez, quien estuvo a punto de recibirse de odontólogo antes de ser Cris Miró.Sus ojos claros, su pelo negro, largo y ondulado, su cuerpo curvo y de movimientos suaves, su franqueza y su inteligencia terminaron por franquearle un lugar privilegiado.Su madre y su hermano mayor, Esteban -médico, casado y con dos hijos- aceptaron siempre su deseo de ser mujer. Incluso su padre, un militar retirado, confesó sentirse orgulloso de su hijo menor cuando logró sus éxitos en el Maipo.

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