El poder de la televisión es enorme, ya no cabe duda de ello. Y mayor aún quizá sea el del humor; que de la mano de Marcelo Tinelli este año tomó las acartonadas imágenes de la clase política argentina y las transformó en algo ameno, sin pretensiones “de campaña” ni de revolucionar la historia: apenas divertirse con los tics y defectos de aquellos que rigen (o se candidatean para eso) los destinos del país.Aníbal (en GC, interpretado por Carna), es verborrágico, tiene respuestas para todo, y defiende al gobierno a morir, contra lo que sea. Y el verdadero Fernández, no pudo sino admitir que la imitación es acertada y divertida. Si bien en principio armó algo de revuelo al “sugerir” que “sería bueno dejar a un lado a la presidenta”, pronto el ministro más polémico de los K vio que el matrimonio presidencial (Bossi- Villarreal) despierta más sonrisas que críticas.
Este martes, el ex presidente Carlos Menem ingresó de visita a la casa de Gran Cuñado. Y fue el pico de rating. Por eso, dispuesto a no perderse la ola, el funcionario se comunicó personalmente con alguien muy cercano a Marcelo Tinelli para “ponerse a disposición de la producción” ya que él también desearía pasar por ahí a saludar.
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