La participante, que aseguró que irá "por todo", hizo un ingreso espectacular a la casa más famosa del país con su moto rosa. Además, antes de atravesar la puerta, fue escoltada por un grupo de motoqueros amigos suyos.
La rubia -oriunda de La Matanza- tiene 32 años, trabaja con su moto haciendo delivery y es madre de una hija adolescente.
Antes de entrar a la competencia, el conductor Santiago del Moro habló con Katia y ella le preguntó: "¿Vos creés en el destino?". Inmediatamente, ella se levantó la remera y le mostró uno de sus tantos tatuajes. "Me lo tatué hace ocho años", dijo.
"Es tu ojo", le comentó el presentador. "Sí, es mi ojo, pero también el que representa a Gran Hermano", sostuvo.
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