“Me puse como loca, la agarré del cuello y empecé a gritarle de todo, mientras mi vieja le pegaba con la bota que tenía en la mano. Yo quería que alguien llamara a la guardia del Shopping”, dijo Fidalgo. “Hasta que llegaron, la ladrona no decía nada, sólo hablaba por teléfono. Por la tonada me di cuenta de que se trataba de una colombiana y me quede con ella del brazo hasta que llegó la policía”, contó.
“Minutos después nos fuimos las tres a hacer la denuncia a la Comisaría Nº 9 donde quedó detenida. Le pedí a la policía que por favor no la soltara, porque es una ladrona. Sinceramente me saqué con la situación, la gente se agolpaba por mis gritos y yo escuchaba que decían “es la Fidalgo”, pero a mi no me importaba nada. Me dio mucha impotencia ver que alguien se quería llevar lo que no le pertenece con tanta impunidad", concluyó “la morocha argentina”.
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