Eso quiere decir que Castro sigue tan buen tipo comos siempre pero, a nivel profesional, subió varios escalones y los quiere hacer valer.
No está mal orientado. Sólo que habrá que ver hasta dónde cede el rubro y cómo van las negociaciones con Oreiro, que, finalmente, sería aquella monja cantora que se proyectó hace dos temporadas y quedó en el freezer.
Dicen los que saben en Pol-ka, que Luciano Castro ya no es el mismo de Amanda O. Ni siquiera el de “Lalola” ni el de “Valientes” y que para encabezar la nueva tira del prime nocturno del 2011 en El Trece, quiere ir de igual a igual con Natalia Oreiro.
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