ALMORZANDO CON MIRTHA LEGRAND. |
"Yo abandoné. Tenía que renovar por tercera vez una carpeta para anotarme, porque cada dos años hay que volver a hacer todo el trámite. Tenés que hacerte todos los estudios físicos. Tenés que presentar una declaración jurada de bienes, mostrar dónde va a vivir el niño y es muy invasivo. Yo lo soporté dos veces y ahora iba a ser la tercera, pero desistí. Fueron seis años", aseguró Polino.
"Yo hablé con el Presidente y todos los gobiernos se conmovieron conmigo, pero nadie me dio nada. A rigor de la verdad, a mí sí me ofrecieron grupos de hermanos, tres y cuatro niños. Yo no tengo una capacidad desde la estructura, por la cantidad de trabajo que tengo y por la estructura de la adopción que es monoparental. Yo no tengo pareja y me parecería irresponsable tomar cuatro niños. Mi adopción aspiraba a un niño en preescolar para ayudarlo con la educación, la salud y eso no se pudo dar", detalló.
Y sobre su decisión resaltó: "Me pasó el tiempo. Yo no soy la misma persona que hace seis años atrás. Cambió mi vida. Un ejemplo personal: mi mamá hace seis años podría colaborar conmigo y el año pasado no estuvo bien de salud. Yo ya tengo que estar pendiente de ella. Las prioridades van cambiando y la vida te va corriendo de lugar. Además, los chicos necesitan padres jóvenes".
"Toda la experiencia que tengo voy a aplicarla en ayudar desde mi lugar para poder colaborar con la gente. Ayudo a gente a armar carpetas en una red de padres adoptantes en la que colaboro. No alcanza con el amor. Parece una frase horrible, pero este país te aplasta", finalizó.
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